Capítulo 14: B.I: Hay que hacer lo que hay que hacer

Capítulo 14: B.I: Hay que hacer lo que hay que hacer

El Business Intelligence es parte esencial de un proyecto de esta índole. Permitirá tomar decisiones correctas en menor tiempo. Time to decide le llamaremos. Y es que minimizar el tiempo entre la pregunta que te haces o te hacen con respecto a conseguir la respuesta, es lo que diferencia a las empresas mediocres de las monstruosas. ¿Quieres decidir bien y mejor? Arma un tablero de decisión.

Esto es Cerebro de Silicio, el futuro de la Inteligencia Artificial, hoy.

Capítulo 14: B.I: Hay que hacer lo que hay que hacer

Kesava Shankara Pillai, cartonista indio, tenía tuberculosis crónica. Así es que fue al médico. Estuvo infectado durante mucho tiempo y se convirtió en un problema demasiado grande, así es que, sin poder postergarlo más, fue. El doctor tomó la radiografía y vio grandes agujeros en los pulmones.

-“Tienes que ser admitido en el hospital de inmediato y se requiere una cirugía menor. Tienes que permanecer en el hospital mínimo 6 meses. Te costará 50 mil dólares”, le dijo el doctor.

Shankra Pillai dijo: - “No, de ninguna manera (cof coff). 50 mil, seguro que no los tengo; 6 meses de ninguna manera. Puedo darte 100 dólares. ¿Qué puedes hacer?”

El doctor lo miró. Miró la radiografía y lo miró nuevamente. miró la radiografía y lo volvió a mirar.

- “Por 100 dólares podría retocar la radiografía para ti“, le contestó.

https://www.youtube.com/watch?v=589NdsZ6TrM

Una radiografía es un excelente tablero de decisión. Claro, siempre y cuando quieras tomar una decisión con respecto a tu salud. De no ser así, ¿para qué te tomas una radiografía? Si no quieres hacer caso, ¿para qué tanto esfuerzo? Y sobre todo, hay que estar listo, en una radiografía, tomografía, ultrasonido o tablero de decisión de cualquier negocio, para escuchar buenas y malas noticias. Y es que lo he visto mil veces:

- “No me estás entendiendo… es que necesito mejores datos”, me dijo un colega alguna vez. “Estos datos no me gustan. ¡Tus reportes no me gustan!”

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Y es que raya en absurdo. Como si sirviera de algo decirle al coche que no te gusta como está midiendo la gasolina porque se acaba muy pronto; como si le pudieras gritar al despertador que no te gusta la hora que marca porque es muy tarde para llegar al trabajo; como si pudieras gritarle a la caja registradora del supermercado que no te gusta lo que marca porque es demasiado dinero.

-“Es lo que es, marca lo que marca, el resultado es el resultado”, por supuesto le contesté.

Trucos he visto muchos. Cucharear las cifras, subir o bajar los resultados -al principio es por salvar un día que se compensará bajándole la siguiente semana. Pero se vuelve una costumbre. Es como la vida de un adicto que se convierte en cotidianidad y todos los días se cambia el número hasta que es insostenible la mentira. Mover las curvas, poner las curvas feas en colores claros como amarillos u ocres para que no resalten con el fondo blanco. ¿Mi favorita? Estirar la gráfica hacia los lados para que una curva en evidente caída se vea más plana o estable. De igual forma, estirar una curva no tan buena horizontalmente para que parezca que crece más de la realidad. ¿Semáforos? Tunearlos para que las fronteras o límites alcancen a pegar menos al rojo. Reportar en quincenas, donde están las subidas etc. Aquí es donde el trabajo del reporte o B.I. (Business Intelligence) se vuelve crítico. Es de suma importancia:

  1. Trabajar con toda la ética existente. Digamos que no es sencillo en algunas latitudes, pero es importante dejar claro desde el principio que, para bien o para mal, se reportará lo que es.

  2. Tener tableros de control previamente establecidos con formas de reportar, con gráficas pre negociadas, con límites y colores pre establecidos, con especificaciones incluso certificadas por todo el comité de toma de decisiones y/o procesos.

  3. Inmanipulabilidad (¿existe esta palabra?). No pueden manipularse aunque se quisiera. El cambio en los reportes debe pasar por un procesos con formatos y firmas avalado por todo un comité y por supuesto el sponsor o patrocinador del proyecto. (Si, incluso puede -o debe- ser burocrático y tedioso para evitar manipulaciones).

  4. Conexión de punta a punta. El proceso de información presentada en un tablero de control y de toma de decisiones debe tener los mismos estándares de calidad y limpieza que un quirófano.

    • No puede ser tocada por la mano de nadie.

    • No puede depositarse en otros sitios “mientras” se entrega.

    • Tiene que ser directa del repositorio principal (Data Warehouse, Data Mart, Lago de Datos, etc).

    • El reporte debe reflejar exactamente el dato crudo.

  5. Tener procesos: En caso de requerir una nueva gráfica, medidor, semáforo, termómetro, mapa… en fin, métrica, es necesario pasarla por un proceso.

Alguna vez tomé el control de una interminable cantidad de reportes planos hechos a mano por un ejército de analistas. Al automatizarlos se utilizaron estas reglas. El número se entregó, de forma automática a las 8 de la mañana, en vez de entregarse a las 12 del día. Todos los reportes estaban disponibles al mismo tiempo. Pero sobre todo, las ventas cayeron 10%. Bueno, en realidad las ventas no cayeron. En realidad las ventas nunca habían subido ese 10% que se venía reportando. Así es que en una junta me dijeron “Tus reportes no me gustan…”. ¿Me entiendes?

Este tipo de factores no se implementan de la noche a la mañana. No es sencillo ni debe serlo. Si la organización no planea de la noche a la mañana cambiar el diseño de parrilla de un auto, tampoco debe poder hacer un cambio de esta índole. Sí, es más sencillo que cambiar una parrilla en una línea de producción, pero estamos hablando de un pobre proceso de toma de decisiones. Tal vez lo más sencillo sea, ordeñar el origen de las fuentes y presentar datos para una emergencia, sin embargo se romperían las reglas antes mencionadas. Estarían los datos tocados por alguien y podrían ser manipulables, poniendo en riesgo la veracidad de los mismos. “Datos alegres”, se les conoce en el argot de este negocio a los datos manejados, manipulados, intervenidos y cambiados.

El diseño, la construcción, la validación de los datos, la conexión con los sistemas origen de data y la actualización son lo complicado. Por supuesto después de la liberación o corte de listón de un proyecto de esta índole, la cosa se vuelve más sencilla. Lo que sigue es mantenimiento. ¿Qué es el mantenimiento? Dar seguimiento a que los tableros que están sirviendo para la toma de decisiones, que las decisiones no han cambiado, que el entorno no haya cambiado tampoco, que los tomadores de decisiones están aprovechando toda la información. Si alguno de estos puntos ha cambiado, sigue hacer cambios, actualizaciones o modificaciones al tablero de decisión. Incluso, eliminar o dar de baja reportes que no sirven o que son obsoletos. Que las fuentes sigan siendo las mismas y confiables. Es común que un nuevo sistema o herramienta se incorpore al proceso del negocio sin avisar, generando nuevos y distintos datos que llegarán al board por otro camino, contraponiendo la información previamente entregada.

Por otro lado, sigue automatizar las decisiones que toman los ejecutivos mediante Inteligencia Artificial. Poner los tableros a trabajar solos, en automático. Pero esa es data para otro capítulo.

Cerebro de silicio es más que un podcast. Es una producción de Azul Chiclamino. Yo soy Rodrigo Llop.

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